Recorrido
Inmersivo
Galería de Rectores 
Recorrido Galería de Rectores
Después del Salón de Actos, caminando por el corredor lateral oriente del piso principal, al final se encuentra la Galería de Rectores, se encuentra decorada sobriamente, sus ventanas dan a la calle de Tacuba, desde donde se puede observar la Plaza Tolsá y la majestuosidad de la escultura ecuestre de Carlos IV "El Caballito". Esta galería fue constituida en el año de 1980. Probablemente sirvió de sala de recepción de la oficina del Ministro de Fomento, recibe su nombre por encontrarse en él veintinueve retratos, correspondiente a otros tantos humanistas y científicos, académicos en general, que han sido distinguidos con el alto cargo de Rector, primero como Universidad Nacional de México y después como Autónoma de México. La Universidad Nacional Autónoma de México, de este modo, rinde homenaje a quienes han sido sus jefes natos. Resultaba urgente colmar la laguna existente y contar con una "Galería de Rectores" en la que de manera armónica, estuvieran los retratos de quienes han tenido la alta responsabilidad de dirigir a la Institución más importante de la educación superior del país y el que esas obras pictóricas tuvieran un adecuado valor artístico. El Patronato Universitario, a través de la Dirección General del Patrimonio, recogió distintos puntos de vista en la comunidad universitaria y precisó las directrices generales para el desarrollo del proyecto. Se consideró conveniente el que cada uno de los rectores fuera retratado por un maestro distinto, lo que permitiría que en la galería estuvieran representadas las diferentes corrientes pictóricas que existen en el país. Asimismo, se integró una comisión asesora, que se encargó de fijar los lineamientos técnicos del proyecto. Para la realización de la presente Galería de Rectores, se le presentaron tres ideas capitales: la de honrar a quienes han tenido la máxima responsabilidad de nuestra alma mater a través de los años, desde su fundación en 1910; la de recuperar una antigua y loable tradición, renovándola según el curso de los tiempos; y la de enriquecer el Patrimonio de la Universidad con la obra de numerosos artistas mexicanos, entre los más valiosos. Puesta en la circunstancia de hacer una galería de rectores, la Universidad no podía actuar de otra manera. Cumple, pues, el triple objeto de honrar a sus rectores, renovar una tradición, y enriquecer el patrimonio artístico de la institución y del país.
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