1960 - 1976


Obras de restauración del Palacio de Minería




El compromiso de la Sociedad de Ex-alumnos de la Facultad de Ingeniería (SEFI)

Hasta 1954 en que la Facultad de Ingeniería inició su traslado a la Ciudad Universitaria, el Palacio de Minería fue sede de la ingeniería mexicana, pues ahí se instaló la primera escuela de ingeniería que dio origen a todas las que existen en el país. Sin embargo, aún después de que la Escuela Nacional de Ingenieros, hoy Facultad de Ingeniería, se trasladó a su nueva casa, el Palacio siguió prestando servicio a la Facultad, albergando algunos cursos, sirviendo de recinto para la realización de numerosos exámenes profesionales y, al mismo tiempo que era sede de algunas sociedades profesionales, utilizándose para reuniones gremiales. Todo esto en pequeña escala.


En el año de 1964, cuando la SEFI agrupaba aún a pocos ex-alumnos, su directiva, dándose cuenta de las malas condiciones en que se encontraba el Palacio de Minería, planteó su restauración como un nuevo objetivo, para dar nueva vida al edificio y destinarlo integralmente a los diversos usos que programara la Facultad de Ingeniería.


En ese año, ante la inminencia del derrumbe de algunas partes del edificio, se obtuvieron donativos por cerca de 600,000 pesos, que sirvieron exclusivamente para reestructurar las zonas más dañadas y apuntalar otras, así como para mejorar ligeramente el sistema de drenaje del Palacio, que por su deficiencia provocaba frecuentes inundaciones. Este fue el primer paso de la restauración.


Pero no fue sino hasta el año de 1971, cuando con una nueva planeación se emprendió formalmente la tarea que culminó en agosto de 1976. Para ello se integró el Patronato de Restauración del Palacio de Minería, asesorado por el Comité de Restauración. En el primero participaron distinguidos profesionales representativos de la Universidad y de la directiva de la SEFI, y en el segundo, profesionales de diversas especialidades, también con la participación de miembros del Consejo de la SEFI. Simultáneamente con la idea de restauración del Palacio surgió en la Facultad de Ingeniería la de crear el Centro de Educación Continua, la mejor escuela de actualización de los conocimientos de ingeniería que ahora existe en el país, y fue escogido precisamente el Palacio de Minería para instalarlo. Esto motivó un mayor interés en la realización de las obras de restauración, ya que así existía un objetivo fundamental que les daría vida en toda su plenitud.


El trabajo se dividió en tres etapas:


a) Reestructuración total del inmueble para darle absoluta seguridad.


b) Restauración del mismo apegándose en todos sus aspectos a la planeación arquitectónica de su autor, el arquitecto Manuel Tolsá.


c) Reacondicionamiento del edificio para que dentro de sus normas arquitectónicas los interiores puedan aprovecharse de acuerdo con el plan de trabajo de la Facultad de Ingeniería con la mayor eficacia y comodidad, conforme a las disponibilidades que permite la época actual.


Al desarrollar el programa de reestructuración, particularmente en la planta baja donde se abatieron los niveles para restablecer los originales, se recuperaron nuevas áreas, muchas de ellas desconocidas para las generaciones de la época, ya que la última modificación importante data de los primeros años del presente siglo. Se eliminaron pólipos, o sea cuerpos sobrepuestos que se habían añadido, y en una gran zona del cuerpo poniente se rehicieron los entrepisos del primer nivel que habían sido demolidos. Al bajarse los niveles, tanto la parte exterior del edificio, o sea la fachada. como sus patios interiores. recuperaron las adecuadas proporciones arquitectónicas con que se habían diseñado, y en el interior fue posible reconstruir los entrepisos con lo que se logró un incremento importante en las disponibilidades de área útil.


Finalización del proyecto.

Desde finales del siglo pasado, hacia 1892, se instaló en el cuerpo oriente del Palacio de Minería el Ministerio de Fomento, posteriormente transformado en Secretaría de Agricultura y Ganadería, por lo que no había sido posible utilizar esa parte del edificio para beneficio de la Universidad.


Gracias a las gestiones de los miembros del Patronato de Restauración se logró que el señor Presidente de la República, licenciado Luis Echeverría, acordara el traslado de dicha Secretaría a otro local más adecuado. El día 13 de diciembre de 1974, en una ceremonia que coincidió con la comida anual que desde el primer año de su fundación ha efectuado la SEFI en el patio del Palacio, en esta ocasión con una asistencia de 2,040 ex-alumnos, el presidente Echeverría hizo la entrega simbólica de las llaves del local recuperado. Este acto definió una nueva etapa en la vida del Palacio de Minería que en su totalidad volvía a ser una dependencia de la Universidad.


En virtud del uso que se le dio al ser ocupada por la Secretaría de Agricultura, esta parte del edificio fue notoriamente modificada respecto al proyecto original y se encontraba muy maltratada y en malas condiciones estructurales. Fue verdaderamente sorprendente el ver los cambios que se operaron al llevar al cabo las tres etapas de restauración ya mencionadas.


El 26 de agosto de 1976, en impresionante ceremonia notable por su sobriedad, en presencia del Presidente de la República quien asistió como testigo, el Consejo Directivo de la Sociedad de Ex-Alumnos de la Facultad de Ingeniería hizo entrega a la Universidad Nacional Autónoma de México, representada por su rector, doctor Guillermo Soberón Acevedo, de las obras que con un costo superior a los 54 millones de pesos quedaron terminadas en esta fecha. Por parte de la Universidad asistieron, además del rector, sus funcionarios y los directores de las diversas escuelas y dependencias de la misma. El acto se desarrolló en el Salón de Actos, amplio salón que fue restaurado según el diseño hecho en el año de 1909, cuando, por haberse incendiado el local de la Cámara de Diputados, la sede del Congreso se trasladó al Palacio de Minería e instaló su salón de sesiones en ese lugar.