El
Laboratorio de Ensaye de Materiales de la Escuela Nacional de Ingenieros
instalado en el local que a principios de siglo estaba destinado
a la clase de Procedimientos de Construcción, fue la semilla
para establecer en forma sistemática el control de calidad
de las obras que se construían en la ciudad de México
y en el resto del país.
En el año de 1926, a raíz de la fundación de la Comisión Nacional de Caminos por el presidente Plutarco Elías Calles, la empresa Byrne Brothers instaló un laboratorio para dar servicio a la entonces incipiente construcción de carreteras. Aunque este laboratorio no era dependencia directa de la Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas, le daba servicio exclusivo, y se alojó en el patio poniente y locales anexos del Palacio, cuyo acceso se ubica en la esquina suroeste del patio principal. En las condiciones de ayuda directa a la empresa permaneció hasta que ésta terminó sus contratos en México y unos tres años más tarde, o sea alrededor de 1929, el laboratorio aparece ya como dependencia de la Comisión Nacional de Caminos. Este laboratorio se dedicaba principalmente al control de calidad de productos asfálticos, pero también se hacían pruebas granulométricas en materiales pétreos que eran casi las únicas que se efectuaban en dichos agregados.
En 1937 y teniendo como centro coordinador el laboratorio de la Comisión Nacional de Caminos en el Palacio de Minería, se originaron los laboratorios de campo, y en 1942 se fundó el Departamento de Investigaciones y Laboratorios que dio impulso a la intervención del control de calidad en el proyecto, construcción y conservación de las obras viales. Las oficinas se instalaron en los mismos locales del laboratorio de la Comisión, aprovechando las construcciones anexas al patio interior en el ángulo suroeste del Palacio de Minería.
A
medida que crecía, se ocuparon algunos salones contiguos
para bodega de equipo y para oficinas y se construyeron entrepisos
con características de provisionales los que, como en el
caso del Ministerio de Fomento, contribuyeron a deteriorar el aspecto
del patio y sus alrededores. Pero la presencia de este laboratorio
en el Palacio permitió a la Escuela Nacional de Ingeniería
reforzar las clases de Mecánica de Suelos y de Pavimentos
con pruebas efectuadas por los alumnos, pues así se convino
con la Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas.
Este laboratorio permaneció en el Palacio hasta el año
de 1946, cuando se le trasladó a sus nuevas instalaciones
ubicadas en la avenida del Obrero Mundial.
Por su parte, desde el decenio iniciado en 1940, el Departamento del Distrito Federal comenzó a hacer uso del laboratorio de ensaye de materiales de la Escuela de Ingeniería para el control de calidad de sus obras y posteriormente instaló su propio laboratorio en el mismo edificio de Minería, utilizando dos locales: uno situado en el patio oriente (ahora llamado Patio de la Autonomía), lugar que en el siglo pasado ocupó el laboratorio de Química, colindante con las oficinas de la Secretaría de Agricultura y Ganadería, donde se hacían pruebas de agregados para concreto, se instaló la cámara húmeda para el control de los cilindros, etc.; y otro localizado en la parte alta del edificio, al fondo del pasillo del lado poniente, destinado a pruebas físicas y químicas de cemento y de asfaltos. La intensificación de las obras públicas que construía el Departamento, hizo necesaria la construcción de su propio local para laboratorios con instalaciones más adecuadas, por lo que abandonó el Palacio de Minería.