1910 - 1960


Facultad de Ciencias Físico - Matemáticas




La fundación de la Universidad Nacional en 1910 y el consiguiente paso de la Escuela Nacional de Ingenieros a depender de ella, no influyeron en el destino del Palacio de Minería, pues las primeras autoridades del alma máter no dictaron ninguna disposición que modificara la estructura del plantel.


Derivada del movimiento universitario de 1929, la Universidad Nacional obtiene su total autonomía en 1933, las autoridades universitarias se abocan a la reorganización de nuestra máxima casa de estudios y crean cuatro facultades además de la Escuela Nacional Preparatoria. Una de las cuatro facultades es la de Ciencias Físico-Matemáticas que se erige integrada por la Escuela Nacional de Ingenieros, la Escuela Nacional de Ciencias Químicas y el Departamento de Ciencias Físicas y Matemáticas; como era de esperarse, la sede de la Facultad es el Palacio de Minería y el primer director lo es el distinguido ingeniero geógrafo Valentín Gama, director también de la Escuela Nacional de Ingenieros, la que inmediatamente después cambia de nombre por el de Escuela Nacional de Ingeniería.


El Departamento de Ciencias Físico-Matemáticas se estableció en algunos salones compartidos con la Escuela y a partir de ese año el Palacio de Minería recibe el honor de cobijar la investigación científica organizada, a cargo de ameritados maestros que habían sido discípulos de Don Sotero Prieto. Brillantes jóvenes como Alfonso Nápoles Gándara. Manuel Sandoval Vallarta y Mariano Hernández inician la investigación matemática y Carlos Graef, Alberto Barajas y Nabor Carrillo destacan en la física.


Desaparece la organización administrativo-académica de la Universidad Nacional y con ella la Facultad de Ciencias Físico-Matemáticas y nacen el Instituto de Física, la Facultad de Ciencias y el Instituto de Matemáticas, para dar un explosivo impulso a estas disciplinas, por tanto tiempo superadas por las Humanidades en el medio cultural e intelectual mexicano.


Desaparece la organización administrativo-académica de la Universidad Nacional y con ella la Facultad de Ciencias Físico-Matemáticas y nacen el Instituto de Física, la Facultad de Ciencias y el Instituto de Matemáticas, para dar un explosivo impulso a estas disciplinas, por tanto tiempo superadas por las Humanidades en el medio cultural e intelectual mexicano.


El Instituto de Física permanece en el Palacio de Minería desde 1938, año de su fundación, hasta 1952 en que se trasladó a sus instalaciones de la Ciudad Universitaria. Durante esos años, se desarrollaron investigaciones en los campos de la física teórica, de la gravitación, de la electrofísica, entre otras, cuyos resultados trascendieron nuestras fronteras. La Facultad de Ciencias ocupa parte de las aulas del Palacio en 1940 y se convierte en semillero de profesores de física y de matemáticas de todos los planteles del sistema de educación superior, hasta el año de 1953, en el que se traslada a la Torre de Ciencias de la Ciudad Universitaria y amplía su campo de acción. El Instituto de Matemáticas se instala también en el Palacio a partir de 1942, año de su fundación, y hace grandes aportaciones a la topología, geometría diferencial, geometría algebraica, entre otras especialidades, hasta que tiene lugar su cambio a la Ciudad Universitaria.


Aunque con una tardanza de cien años, se había cumplido el deseo de quienes en 1833 trabajaron para que el Palacio de Minería fuera la fuente de los conocimientos científicos y un bastión de la cultura y del saber.